domingo, 12 de octubre de 2014

MOLINOS HIDRAULICOS DE LA FUENTE ANTIGUA

Vinculados a la historia antiquísima de la Fuente Antigua o Mina del Poble, hay que sumar un apartado importante a esta tetralogía como es la ubicación de molinos a lo largo de su recorrido.
Para conocer los orígenes de los artefactos harineros construidos en la cuenca de la Fuente Antigua, hay que dirigirse a la "Memoria circunstanciada del Marquesado de Elche" de 1739.
Salvador Puig Fuentes menciona a su vez el inventario del Marqués de Astorga y Conde de Altamira en 1845, donde sitúa cuatro molinos en el "partido de los molinos" lindando con "camino de la fuente" y la acequia: 
1. El molino de abajo, que era el mas cercano a la población y el mas antiguo.
2. El molino de en medio construido en 1705.
3. El molino de arriba, que era el segundo en orden de antigüedad existente ya antes de la expulsión de los moriscos en 1609.
Un cuarto molino edificado a comienzos del siglo XIX  en terreno propio del Patrimonio.

Cuando Cavanilles visitó Crevillente a finales del siglo XVIII, obvió de su espléndida crónica, la existencia y situación de los tres molinos ubicados a lo largo de la rambla. Por su parte Pascual Madoz sí lo hace mencionando cuatro molinos harineros.
Por otro lado en las Ordenanzas para la organización y distribución de las aguas de riego de Crevillente se cita en su artículo 7:

"Los dueños de los cinco molinos harineros establecidos en el trayecto que media desde la población al manantial y los de los tres batanes situados en la parte baja de la población, o sea al Sur de ella, tendrán derecho a utilizar el agua como fuerza motriz, sin alterarla y sin mermarla".

Manuel Oliver Narbona afirma:

"Regadíos y molinos fueron posibles porque los habitantes de este lugar (desde 1567), convertido en pueblo (1581) y posteriormente en Villa, desde tiempos inmemoriales, con tesonero afán, han procurado arrancar a las sierras circundantes manantiales de suficiente caudal."

El agua de la Font Antiga cruzaba el Paso de Les Moreres a través del acueducto de La Tanca y era guiada por una acequia hacia el depósito y otra hacia los artefactos harineros por el siguiente orden:
El primero de ellos, Molino de Morales, también denominado Carafá o Sexto; Molí del Prao, Molino de Juliet, Molino de Preisiní y Molino de Vicent.

Agatha Marquiegui indica que posiblemente los antiguos molinos de Arriba y de Abajo sean posteriormente los de Juliet y Vicent, apuntando que el molino de Preisiní  fue construido en 1724 por iniciativa de la Duquesa de Aveiro.

SINDICATO DE AGUAS DE LA FUENTE ANTIGUA


Durante la segunda mitad del siglo XIX se realizaron importantes mejoras en el nacimiento y conducción de las aguas. En 1884 se creó el Sindicato de aguas de la Fuente Antigua con la elaboración de las ordenanzas para la organización y distribución.
Estas eran una reforma de las ordenanzas hechas el 2 de Mayo de 1857 "formadas con arreglo a las antiguas costumbres" como dice el artículo nº 5.
Según el artículo nº 1 el caudal del manantial era de 72 litros, 21 centilitros por segundo.
El artículo nº 2 manifiesta que las aguas serán destinadas al riego y que al paso del pueblo la vecindad se abastecería de la que necesitase extrayéndola con cántaros de barro.
El artículo nº 3 señala la división de las aguas destinadas al riego en 708 horas en tandas de 29 y medio días, siendo el curso de las aguas continuo.

Las reuniones del Sindicato se celebraban en la calle de la Acequia, nº 6.

En ésta época esta datada la construcción del Molino de Morales. Este artefacto es el más moderno y el último que se construyó en Crevillente, precisamente tras la mejora general de la conducción y la construcción de la acequia moderna (ver articulo).

Molino de Morales o Molí Sext

En el año 1879 D. Alonso Morales y Hurtado en su nombre y D. Elías Pastor Quesada en representación de los Sres D. Francisco y D. Ignacio Morales Hurtado presentan una instancia a la Junta de Propietarios de la Fuente Antigua para la construcción de un molino harinero utilizando las aguas de la Sociedad como fuerza motriz.
La autorización fue concedida el 4 de Noviembre de ese año.
Una de las condiciones establecidas para la conducción de la acequia era que el desnivel del canal tenía que ser del 1 por ciento.
La Junta de regantes negó al Sr Morales el paso del agua por el interior del edificio al comprobar que el desnivel del canal era del 4 por mil en lugar de lo pactado. Este fue el inicio de innumerables contiendas y desavenencias entre las dos partes.
Los Sres Morales y Pastor entendiendo que las aguas eran públicas y que ningún perjuicio causaban a los regantes ni a las industrias acudieron junto con el Director de las obras al Gobernador para que concediera la autorización.
Previo informe del Ingeniero Jefe el Gobernador manifiesta que las aguas son de inmemorial de una comunidad de regantes y que así lo reconoció el Sr Morales al solicitar la autorización a la mencionada sociedad, inhibiéndose de la causa.
El Sr Morales alega entonces que si bien las aguas eran de dominio privado el cauce era de dominio de los regantes. Al presentar este recurso sin aportar planos ni ningún tipo de documentación el Gobernador tilda de "poco respetuoso" el comportamiento de los afectados.
Por tal motivo S.M el Rey confirmó la providencia del Gobernador.

Como se ha señalado anteriormente la pugna entre los molineros y la Junta de regantes no cesaron en ese momento. En el libro de actas del Sindicato de 1894 hay un apunte donde se acuerda nombrar una comisión compuesta por el Presidente del Sindicato D. Francisco Gallardo Gallardo y varios propietarios para que Alonso Morales repare el cauce de la acequia que conduce las aguas a su molino y que no falte agua para la población.
En Noviembre de ese año el Sr Morales emite una comunicación anunciando haber retirado la rueda hidráulica que daba movimiento al molino, solicitando permiso para continuar utilizando las aguas para dicho objeto por el sistema de cubo.
La Junta acordó no emitir dictámen mientras el Sr Morales continuara incumpliendo los acuerdos anteriores.
Finalmente en lo que parece un desarrollo inacabable de sucesos, en Febrero de 1895 se da parte al Presidente D. Cayetano Polo Penalva de que el Sr Morales continuaba infringiendo las órdenes y seguía tirando agua por el cubo del molino.
Según M. Oliver la actividad de este artefacto no duró mucho tiempo, cesando en 1924, cuyo último propietario D. Isidro Boyer Abellán abandonó por el escaso caudal que venía.

De nuevo sobre el terreno se puede comprobar como las aguas que movían la maquinaria del Molino de Morales eran las conducidas por la acequia construida evidentemente en el siglo XIX. Sin embargo los restantes artefactos situados a un nivel inferior lo hicieron necesariamente, por lo menos hasta la construcción del Molino de Morales, por la acequia inferior o más antigua.
A continuación vamos a hacer el recorrido del agua siguiendo el trazado de la acequia hasta el Molino de Juliet, donde finaliza actualmente el canal.

En la siguiente fotografia se aprecia el Pont dels Moros, aguas abajo, y la prolongación de la acequia medieval.

Pont dels Moros

Dejando fuera de esta lista el molino medieval estudiado por J. Menargues y ya comentado en su artículo correspondiente, el siguiente después del mencionado Molino de Morales es el Molino del Prado.
Fue construido por Francisco Carreras en 1820. Restaurado, conserva el acueducto elevado de conducción de aguas y el torreón.
La toma de aguas según J. Menargues se encontraba (aún hoy visible) a escasos metros aguas abajo del molino medieval.
Se puede observar un canal que nace de la acequia principal en dirección Este y desaparece bajo los escombros y corrimientos de tierra. Cabe pensar que tras la construcción del Molino Sext el agua procediese del repartidor que hay unos metros antes en la misma acequia.

Conducción de aguas en el Molino de Morales

Acueducto del Molino del Prado

El agua sobrante vertería en el barranco o sería reconducida por la acequia inferior al siguiente molino.
Desde el Molino del Prado la acequia serpentea por unos bancales y vuelve a hacer su aparición sólidamente construida bordeando la rambla.


En la siguiente fotografía aparecen dos acequias para continuar mas adelante mediante una sola. Es conveniente recordar que en el transcurso de los siglos estos canales fueron constantemente reparados observándose en algunos tramos acequias superpuestas unas sobre otras, pero siguiendo el trazado de la acequia original.


Entre el Molino del Prado y el Molino de Juliet hay una distancia de 870 metros siguiendo el curso de la acequia. A mitad de recorrido el canal atraviesa un macizo rocoso por un alcavón para continuar en una acequia ya restaurada y bien conservada hasta el pozo.

Pozo del Molino de Juliet
Como he comentado anteriormente el canal que nos interesa finaliza aquí. De los dos molinos situados mas abajo no queda prácticamente nada de ellos ni por supuesto, de la acequia.
A esta altura existe en el barranco el inicio de otra canalización menos conocida, que surtió de aguas para riego al Municipio de Crevillente y que será comentada en el próximo y último artículo.

Fuentes Consultadas.

- Revista de Moros y Cristianos de Crevillente. Salvador Puig Fuentes
- Molinos harineros de agua. Manuel Oliver Narbona
- Patrimonio hidráulico de la Provincia de Alicante. Agata Marquiegui Soloaga.
- Archivo Histórico Provincial de Alicante. AHPA
- Archivo Municipal de Crevillente.
- Ordenanzas para la Organización y Distribución de las aguas de riego de la Villa de Crevillente.
- Assuts i Molins andalusins a la Font Antiga de Crevillent. Josep Menargues Giménez.






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